Encuentros de Discipulado
Bosquejos para que los discipuladores hagan discípulos
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P R E F A C I O

La historia continúa

Para un creyente, no hay nada que le traiga mayor satisfacción que saber que Dios le está usando para que alguien conozca a Cristo. En los últimos veinte años, mi esposa Nancy y yo hemos visto a cientos de personas descubrir el valor, gozo y satisfacción de ayudar a otros a crecer en la vida cristiana, utilizando estos "Encuentros de Discipulado".

Marvin Ladner, fue quien me discipuló por primera vez en la universidad sembró en mi una semilla que continúa creciendo, primero en el Ecuador y luego más significativamente en México. Es un proceso sencillo pero dinámico. Tuvimos una idea más clara de como enfocar el material, mientras entrenábamos a líderes laicos para que comenzaran iglesias que ellos mismos pastorearan. No queremos llamarlo un "método", sino lo que es, un proceso continuo. Se inició en español, luego en inglés, y ahora la cadena de discipulado ha llevado estos bosquejos a Bulgaria, Francia, La República Democrática del Congo (Francés y Lingala), Japón, Corea, Rusia, Suecia, Kenia, Las Islas Filipinas, y Nagalandia de la India.

El uso de estos "Encuentros de Discipulado" se está multiplicando, pero hemos notado que se está empleando en maneras que no tienen como resultado la reproducción de nuevos discípulos. Por eso en las siguientes páginas encontrará sugerencias para que el discipulador utilice el material de forma tal que produzca nuevos discípulos.

¿Discipulado en el sentido amplio o restringido?

Desafortunadamente "discipulado" en ciertos círculos se entiende como enseñanza o educación cristiana. Ese es un sentido demasiado amplio. El enfoque en estos "Encuentros de Discipulado" es más preciso. Discipulado, como lo presentamos en este material, es: Un creyente con un deseo que le quema el corazón por compartir a Cristo a otros. Ora, pide que Dios le muestre 2 o 3 personas con quienes se reúna semanalmente, y juntos le abren su corazón a Dios y permiten que El les hable. El discipulador no es el maestro, el maestro es Jesucristo a través del Espíritu Santo, y la Palabra de Dios. Así que el discipulador y sus discípulos van paso a paso siguiendo este bosquejo, aprendiendo y creciendo juntos. El Espíritu Santo transformará la vida de cada uno.

Multiplicación de líderes

Este discipulado también se puede usar en todas las áreas de la vida de la iglesia y del ministerio. Por ejemplo, Lucy Baig, quien tiene un don de misericordia, usó estos "Encuentros de Discipulado" para entrenar a otras mujeres quienes luego ministrarían a mujeres de avanzada edad, en la ciudad de México. En la misma manera los "Encuentros de Discipulado" se prestan también para la capacitación y entrenamiento de todo creyente para servir a Dios, se trate de líderes de alabanza, iniciadores de iglesias o los que sirven en cualquiera área donde se quiera contagiar la visión de multiplicar líderes.

Unidad y cuidado dentro de la iglesia

Al entrevistar a discipuladores con más de doce años de experiencia en la Ciudad de México, la observación de una dama me dejó gratamente sorprendido. El discipulado había tenido como efecto "secundario" el de acercar a la gente de la iglesia a ser verdaderos amigos.

El pastor Roberto González, uno de los discipuladores con mayor experiencia que conozco, me contó que en su iglesia el ministerio del discipulado había provocado el cuidado mutuo entre los miembros. Me dijo que dos personas quienes por 16 años apenas se conocían, ahora, a causa del discipulado, ¡son amigos cercanos y se apoyan mutuamente!

Más que uno a uno

Mucha gente se ha equivocado cuando se refieren a tener el discipulado solo entre dos personas. Aunque llega a haber excepciones, debería ser tomado como segunda opción. Lo ideal es que sea entre tres o cuatro personas. Se logra una mayor riqueza de intercambio. Se percibe profundamente la realidad de ser parte del Cuerpo de Cristo cuando hay dos o tres discípulos y el discipulador. Hay mayor compromiso de reunirse que cuando hay solo un discípulo en el encuentro.

¿Discipulando o enseñando? (¿Encuentro o clase?)

Antes de que comience a discipular necesita tomar una decisión. Tiene que ver con la utilidad que usted le quiera dar a sus encuentros. ¿Es su intención enseñar el contenido del bosquejo de estos "Encuentros de Discipulado" o discipular a personas utilizando estos bosquejos como una ayuda en ese proceso? Si su enfoque es enseñar este material, le recomiendo enfáticamente que lo haga sin llamarlo discipulado. Discipular es mucho más que enseñar contenido. Si desea enseñar este material, podría llamarlo "Entrenamiento en las Bases Cristianas". En este caso, al reunirse tendría "clases" pero no "encuentros". Un "encuentro de discipulado" es cuando usted, sus discípulos y el Señor se reúnen para orar, animarse mutuamente y estudiar la Biblia en el contexto de la vida diaria.

¿Formación o información?

El enfoque de los "Encuentros de Discipulado" es el crecimiento del creyente en la semejanza de Cristo. La meta es la formación de la vida en la semejanza de Cristo, junto con un conocimiento básico de la Biblia. Es la diferencia entre impartir una clase donde el enfoque está en el conocimiento y la información, mientras que en el contexto de éste discipulado el énfasis está en la formación de principios, valores, visión y metas. En la enseñanza aprendemos que Jesús es el Señor, mientras que en el discipulado el discipulador y sus discípulos se ayudan a experimentar ese Señorío de Jesucristo en su vida cotidiana, buscando la dependencia del Señor. A la vez el discipulador comparte sus anhelos de servir al Señor, transmitiéndolos a sus discípulos. Así que este discipulado involucra la evangelización y el crecimiento en todos los aspectos de la vida cristiana, la oración, la alabanza y adoración, el servicio, la práctica de la justicia y la paz, etc.

Forjando una visión

Los que tienen liderazgo en la iglesia deben tener una visión, es decir una imagen mental de fe de lo que anhelan que Dios haga. Ellos ven el futuro del ministerio y sus posibilidades emocionantes. Sin embargo, la mayoría de los visionarios encuentran que sus seguidores (discípulos) probablemente olvidarán la visión dentro de un mes, a menos que se les repita el entusiasmo de la visión una y otra vez de diferentes maneras. Estos "Encuentros de Discipulado" proveen el ambiente para forjar una visión y reforzarla a través de un período de meses.

Una vida impactando otra vida

Esta ilustración puede ayudar a mostrar como una persona puede hacer un impacto en otros a través de los "Encuentros de Discipulado": Mientras miraba su casa de muñecas, Susanita comenzó a recordar cómo su papá había pintado la puerta de la casa esa mañana, transformándola totalmente. Le había visto encontrar una lata, abrirla, agregarle agua, revolverla bien, y luego, tomando una brocha, había comenzado a pintar. En ese momento Susanita pensó que ella también podría pintar su casita de muñecas. Así que encontró una lata, le agregó agua, la revolvió, y comenzó a pintar. Una vez que terminó de pintar una pared retrocedió unos pasos para contemplar su gran obra. Para su sorpresa la casa se veía igual. ¡Nada había cambiado! Cuando su papá fue a ver cuál era el problema, descubrió que Susanita había pintado sólo con agua.

Susanita había seguido los pasos de mezclar y pintar pero no hubo un cambio en el producto final. Le faltó solamente una cosa, ¡el pigmento, el color! Así también sucede con el discipulado. Usar los materiales para simplemente enseñarlos, es como pintar con agua. Para que un verdadero discipulado tome lugar necesitamos compartir el pigmento de nuestras vidas. El pigmento representa la pasión que tenemos por servir al Señor, la visión de proyectos que nos gustaría ver realizados en la iglesia, los sueños por la prosperidad en la obra, nuestra hambre de Dios, nuestras debilidades, y la dependencia del Señor, la búsqueda de ser llenos del Espíritu Santo, la vida de honestidad, nuestros anhelos de pureza -- todo eso y mucho más! Estas cosas se contagian, no se enseñan. Por eso decimos que los "Encuentros de Discipulado" son solo un pretexto para reunirnos.

Tiempo y multiplicación

El fruto del discipulado se puede ver después de que usted haya invertido tiempo en una relación y dejado que el pigmento de su vida impacte la vida de sus discípulos (mientras usted depende de la llenura del Espíritu Santo). No es un proceso breve. Realísticamente, le tomará entre 6 meses y 2 años. (9 meses puede ser un tiempo promedio para que una relación de discipulado produzca fruto). Una vez que hayan llegado al paso 5 del proceso, sus discípulos estarán listos para empezar a formar su propio grupo de discipulado. Así usted estará disponible y dispuesto semana tras semana a animar y ayudar a sus discípulos a tener un impacto positivo y permanente en la siguiente generación de discípulos. Lo ideal sería que cuando usted haya terminado el paso 10 y algunos estudios de "Escudriñar las Escrituras" (vea Apéndice), sus discípulos hayan tenido varios meses de experiencia positiva con sus propios discípulos, y usted pueda comenzar con otro grupo de 2 o 3 personas!

He tenido algunos fracasos en el discipulado. A veces temprano en el proceso y a veces más tarde, alguien deja de asistir. He trabajado con aquellos que nunca llegan a discipular a otros. Estos casos me hacen ver mi debilidad y mi dependencia del Señor. ¡Pero los logros son mayores que los fracasos! El discipulado es tan valioso que vale la pena arriesgar unos cuantos fracasos en el camino. ¡Siempre estamos aprendiendo!

Es nuestro deseo que esta introducción le sirva de guía, aunque no necesariamente como una serie de reglas rígidas y contundentes. Sin embargo le recomendamos hacerse la siguiente pregunta a lo largo del proceso de discipulado: ¿Es acaso lo que estoy compartiendo y mostrando, fácilmente transferible? Es decir, ¿son principios que puedan ser compartidos con facilidad de una persona a otra? Porque muchas predicaciones, conferencias, talleres y clases nos ayudan a aumentar nuestros conocimientos, pero desafortunadamente muchos no están planificados para ser compartidos con otros.

Un pretexto para reunirnos

Puesto que el proceso de este discipulado depende de lo que ya hemos mencionado, ponemos mucho cuidado para evitar las trampas sutiles que lo convertiría en otra clase o en una actividad más en la cual gastar tiempo. Porque recuerde que los "Encuentros de Discipulado" son solamente un pretexto para reunirse y crecer juntos. En las pgs. 19-20 ofrecemos una lista de ayudas prácticas que responderán las preguntas más frecuentes y servirán de guía a quienes están comenzando a discipular.

¿A quién discipularé?

Siempre surge la pregunta, "¿a quién discipularé?" Voy a mencionar 5 opciones:

  1. A nuevos cristianos. Inicialmente los "Encuentros de Discipulado" fueron preparados para que los nuevos creyentes pudieran compartir su fe en Jesucristo con sus familiares y amigos. El sueño o la visión primordial de este proceso era que estos nuevos cristianos pudieran comenzar a discipular a sus amigos y parientes inmediatamente después de haber conocido a Cristo.

  2. A cristianos fervientes. Sin un sentido claro de dirección y propósito, creyentes jóvenes pierden fácilmente la frescura en su caminar con el Señor Jesús. Los "Encuentros" proveen el ambiente y el enfoque para un crecimiento continuo y un ministerio significativo.

  3. A cristianos maduros. Los "Encuentros" dan un marco de referencia que ayuda a creyentes maduros a organizar sus conocimientos para que los puedan transmitir a otros -- especialmente a aquellos nuevos cristianos por quienes están orando. Los bosquejos también proporcionan una emocionante oportunidad de renovación para aquellos que desean más de Dios en sus vidas, porque en el discipulado crecemos juntos, tanto el discípulo como el discipulador.

  4. A pre-cristianos. Los "Encuentros" pueden ser usados para ayudar a los pre-cristianos (no creyentes) a investigar lo que significa ser un cristiano. Si ese es el caso, el índice del contenido le indicará los diferentes temas que pudieran ser de interés en sus encuentros. La Biblia, Dios y la Himanidad en el apéndice le será de ayuda en ese caso.

  5. A sus hijos. Cuando mis hijos eran adolescentes, salíamos a desayunar una vez a la semana antes del colegio. Esos eran momentos maravillosos de ponerme al día de lo que les pasaba. Poco a poco avanzábamos a través de los bosquejos de discipulado mientras hablábamos acerca de la escuela, sus amigos, etc. Algunas veces traían consigo a sus mejores amigos y pasábamos un excelente tiempo juntos. Con el más pequeño salía a tomar un helado por la tarde después de la escuela. En esos casos le sugerimos adaptarlo a la edad de los hijos, y usar las ilustraciones y ejemplos que contiene el material, para comunicar los puntos básicos.

Reconocimiento.

El discipulador descubrirá rápidamente que este bosquejo es poco original. Mi esposa Nancy y yo lo compilamos inicialmente en el Ecuador. Utilizamos la ilustración de la Rueda de la organización "Los Navegantes". Más tarde, después que Dale Bishop y Keith Tungseth adaptaron la ilustración de la Rueda, añadimos la masa para representar al Espíritu Santo. Muchos discípulos, discipuladores y colegas en el ministerio han ayudado en el desarrollo. Expresamos nuestra gratitud a Jerry y Vicky Love, nuestros colegas misioneros en México, por ayudarnos a perfeccionar los bosquejos y desarrollar el material adicional del Apéndice en pgs. 21-23. Estamos agradecidos al pastor Tim Ek por su colaboración con el material de la pág. 27, a Carl Racine, misionero de corto plazo en Ecuador y México, por sus observaciones y sugerencias. Extendemos nuestro aprecio a Keith Hamilton, quien fue misionero de corto plazo en México y ahora es el presidente de Alaska Christian College, por sus ideas y observaciones continuas y frescas y a Nancy Maldonado de Reed y Blanca Estela Rodriguez por sus sugerencias y mejoras en la versión en español.

Desde nuestro regreso a los EE.UU., Gerardo enseña evangelismo, crecimiento de la iglesia y discipulado en el Seminario Teológico de North Park, mientras que Nancy es la Coordinadora de Relaciones de Iglesias Hispanas del Departamento de Misiones Mundiales de la Iglesia del Pacto Evangélico. Seguimos involucrados en el proceso de discipulado. Hemos pasado muchos fines de semana trabajando con pastores y laicos en seminarios de discipulado en los EE.UU., Canadá, Asia, Europa y América Latina. Las observaciones y reacciones que han surgido de los seminarios, de mis estudiantes y de mi experiencia personal se reflejan en la presente edición (Versión 3.5) de los "Encuentros de Discipulado"

Chicago, Junio de 2001

Gerardo y Nancy Reed

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