SESIÓN DOS

¿QUÉ SIGUE?

¿Qué debo hacer una vez que he recibido a Cristo como Señor y Salvador de mi vida?

1. Buscar al Señor
   
   

   1.1 Has llegado a conocer a Jesús porque él vino a buscarte y tu respondiste a su llamado.

   Ahora descubres que tienes en él a un nuevo amigo. Él sabe todo acerca de ti, conoce cada pensamiento, palabra y acción (Salmos 139:1-4). Él es maravilloso, pero todos necesitamos descubrir la grandeza de su amor y crecer en nuestra relación con él. Este proceso se inicia leyendo Su Palabra, la Biblia, y hablando con él (orando). Tal como Jesús conocía la Biblia, nosotros también debemos conocerla, para saber su voluntad y estar capacitados para tomar decisiones correctas (Mateo 4:4). Tal como Jesús oró, nosotros también debemos orar y buscar la presencia y la dirección de Dios en nuestras vidas (Marcos 1:35).
   
   Mateo 4:4 ¿Con qué otra cosa, aparte del pan espera Dios que vivamos?
   
   Cada palabra que salga de ___________________________________

   
   

   1.2. 1.2 Comienza leyendo el Evangelio de Juan, el cuarto libro del Nuevo Testamento. Una

   buena meta podría ser leer un capítulo cada día. Pon especial atención a la palabra creer en este libro. Nota la primera y la última mención de la palabra creer de este Evangelio en Juan 1:12 y Juan 20:30, 31. En todo el Evangelio de Juan, creer tiene la idea de ir más allá de un entendimiento netamente intelectual. Creer es tener esperanza, involucra obediencia, asirse con firmeza, pero sobre todo, implica una completa confianza en Jesús. Alguien dijo: "Puedes creer en Cristóbal Colón, pero eso no te hace su seguidor o discípulo". Creer en Jesús significa
   
   Juan 1:12 ¿Cuál es el resultado de creer en el nombre de Jesús?
   
   Llegamos a ser ____________________
   
   Juan 20:30, 31 ¿Cuál fue el propósito por el cual se escribió el Evangelio de Juan?
   
   Para que creyendo tengamos _______________________________
   
   

2. Escuchar al Señor

   2.1 El Señor nos habla a través de la Biblia, su Palabra. Pídele al Señor que te hable cuando

   lees su Palabra. Es bueno establecer el hábito de leerla todos los días. Si no lo haces un día, él aún estará contigo, pero si ignoras la lectura de su Palabra, comenzarás a perder la frescura de tu nueva relación con él. Se te acabará la energía que proviene de tu propia "batería" espiritual y necesitarás ser recargado con la ayuda de la "batería" de Dios. Cuando empezamos a leer la Biblia es probable que no entendamos todo. Pero lo que comprendemos es suficiente para alimentarnos, como lo es la leche para un bebé recién nacido (1 Pedro 1:23-2:2).
   
   1 Pedro 2:2 ¿Por qué somos exhortados a desear la leche espiritual (es decir, de la Palabra de Dios)?
   
   Para que por medio de ella nosotros __________________________

   
   2.2 El Señor nos responde a través del Espíritu Santo cuando oramos. Cuando oras, no

   tienes que hacer todo un discurso; permanece en silencio y escucha. Esto toma tiempo y la experiencia varía de persona a persona. Frecuentemente recibirás inspiración o te sentirás sensible hacia algo que escuches (Salmos 46:10 Juan 16:13-15, 1 Corintios 2:12).
   
   Cualquier cosa que creas que viene de Dios, nunca va a contradecir las enseñanzas de la Biblia. Puedes comprobar la percepción de lo que entendiste, comparándolo con lo que la Biblia dice.

   
   Juan 16:13-15 ¿Quién nos guiará a la verdad? ____________________________________________

   
   2.3 El Señor nos habla a través de los sabios consejos de los amigos, especialmente cuando

   estamos en comunión con otros cristianos (Hechos 13: 2-3). En Proverbios 15:22 se nos alienta a buscar consejo y en el Salmos 1:1 se nos recuerda que el consejo debe venir de aquellos que son piadosos, es decir de quienes conocen al Señor y su Palabra. Esta es una razón por la cual es beneficioso reunirse con otros cristianos para adorar al Señor y estar en comunión con los creyentes.
   
   Hechos 13:2, 3 ¿Qué hicieron los cristianos antes de aceptar una profecía que les indicaba enviar a Saulo y Bernabé como misioneros?
   
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3. Hablar con el Señor

   3.1 Nuestra meta es que hablar con el Señor llegue a ser tan natural como respirar. Él está

   con nosotros siempre. ¿No sería extraño estar todo el día con alguien y no hablar con él? Cuando te levantas en la mañana, cuando caminas, cuando manejas, mientras estás en el trabajo -en cada momento- puedes hablar y compartir todas tus experiencias, pensamientos y circunstancias con el Señor. A esto se refiere la Biblia cuando dice "Orad sin cesar"
   
   1 Tesalonicenses 5:17 ¿Qué nos enseña este versículo?
   
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   3.2 La oración puede ser espontánea, pero también es muy valioso destinar un tiempo

   especialmente para hablar con Dios. Algunos acostumbran a dedicar un momento cada mañana para la lectura bíblica y la oración y les es de gran provecho. Jesús nos dejó un ejemplo ya que él se levantaba temprano en la mañana para orar (Marcos 1:35). Pero otros no madrugan. Entonces apartan tiempo por la tarde o noche. Debido a que los humanos desarrollamos costumbres, nos ayudará mucho estar conscientes que debemos crear el hábito de pasar un tiempo especial con el Señor, en oración y lectura de la Palabra.
   
   Marcos 1:35 ¿En qué forma te desafía el ejemplo de Jesús?
   
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   3.3 Podemos orar acerca de cualquier necesidad. Frecuentemente la lectura bíblica nos

   inspirará a orar por algo específico. Por su puesto nuestra familia, amigos y situaciones de trabajo son motivos poderosos para la oración. Ora por tus amigos y parientes quienes no son creyentes. Con frecuencia se pasa por alto un punto muy significativo en la oración, y que Jesús mismo señaló. En Mateo 9:38 Jesús nos dice que pidamos que más gente sea enviada a trabajar para él. Orar por esto significa que uno mismo esté dispuesto a ser uno de los que él ha seleccionado para enviar. Observa lo que sucedió después que Jesús exhortó a sus discípulos a orar por esto: Él los envió con autoridad para predicar acerca de su reino (Mateo 10:7).
   
   

4. Hablar a otros acerca del Señor
   
   La reacción más natural cuando conocemos a Jesús es querer contárselo a otras personas. Jesús le dijo al hombre que él había sanado: Regresa a tu casa y cuéntales cuánto ha hecho Dios por ti. Lc 8:39.
   
   1 Juan 1:3 ¿Qué se supone que debemos decir a la gente?
   
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5. Tener comunión con otros

   
   5.1 Cuando Jesús entra a nuestra vida, somos de pronto parte de una nueva comunidad. A

   esta comunidad se le llama Iglesia o el Cuerpo de Cristo, cuyos miembros viven en comunión. Romanos 12:4-6, nos recuerda que cada uno de nosotros es un miembro del Cuerpo de Cristo y que tenemos diferentes dones para servir a nuestro Señor. Practicamos estos dones sirviendo a otros y a los no creyentes.

   
   5.2 En el Nuevo Testamento hay numerosos ejemplos de creyentes que se reunían

   regularmente. Pero si los ejemplos no son suficientes, tenemos un mandato directo en Hebreos 10:25, que nos indica que debemos formar parte de una comunidad cristiana, es decir, una iglesia. Este es un designio de Dios y es necesario cumplirlo.
   
   Hebreos 10:25 ¿Qué no debemos dejar de hacer?
   
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Felicitaciones!

Acabas de finalizar una "relación de discipulado" con aquellos que han caminado contigo a través de las dos sesiones de Arranca con Cristo. ¡Te animo a mantenerte en crecimiento! Tal vez ya te diste cuenta que Jesús discipuló a sus seguidores. Él hizo esto pasando tiempo con ellos, enseñándoles en grupos pequeños, para ayudarles a crecer espíritualmente. El apóstol Pablo hizo lo mismo también reuniendo pequeños grupos. Notable entre aquellos que fueron discipulados y luego discipularon a otros fue Timoteo.

CONCLUSION: Madurando en Cristo

Cuando Pablo le escribó a Timoteo, él le recordó lo que tenía que hacer como cristiano. El dijo: "Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros" (2 Tim. 2:2). El desafío de Pablo es ir más allá de asistir pasivamente a una iglesia, Más bien, es participar en el crecimiento de la Iglesia y del Reino de Dios. "Arranca con Cristo" ha sido solamente un comienzo. ¿Por qué no continuar creciendo y apendiendo en forma tal que tu puedas ayudar a otros a crecer y a su vez que ellos puedan ayudar a otros? Hay muchas opciones para continuar este proceso de discipulado. Una de ellas, que ha sido usada por muchos años y en varios paises, son los Encuentros de Discipulado, los cuales constan de diez pasos que están diseñados en forma tal que promueven la conversación de la vida cristiana y además son aplicables al estudio de la Bíblia en el contexto de la vida diaria.

Los Encuentros de Discipulado son gratis si se bajan de la red del Internet en la siguiente dirección: www.discipulado.info . También se pueden ordenar por teléfono al 1-800-338-IDEA. Este material fue inicialmente escrito en español, pero ahora se encuentra disponibe en diferentes idiomas. También tiene la característica de ser flexible y permite a los creyentes crecer como discípulos y multiplicarse como tales con entrenamiento de uno a uno. Los materiales se enfocan en las enseñanzas básicas de la Bíblia en la fe cristiana. Su formato estimula la conversación acerca de la Bíblia y de cómo aplicarla en diferentes situaciones personales. Nosotros hemos registrado más de 10 generaciones de discípulos en los lugares donde Encuentros de Discipulado han sido usados.

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1 Notas finales:

La Bíblia se divide en dos partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento comienza con la historia de la creación y nos dice como Dios seleccionó a un grupo de personas (Israel) para contar a otros pueblos acerca de El. El Nuevo Testamento nos dice acerca del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús y acerca de sus seguidores después de su resurrección. El Antiguo Testamento se divide en 39 partes y el Nuevo Testamento en 27. Estas partes se llaman libros. Con el propósito de encontrar diferentes párrafos y oraciones, cada libro se divide en capítulos con pequeñas divisiones llamadas versículos. La tabla de contenido de las primeras páginas de la Bíiblia te ayudará a encontrar estos libros.

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